Memoria leída en la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona por el marqués de Villel, con fecha 28 de abril de 1790. A continuación se reproduce un fragmento:
«Con motivo de unos cetáceos que en el día 4 de octubre del próximo pasado año de 1789 se descubrieron en las playas de Puerto Tangar, distante dos leguas de la ciudad de Tortosa.»
«Si los vecinos de la ciudad de Tortosa hubiesen querido darnos una larga explicación de la organización y figura de estos cetáceos, como les era tan fácil teniéndolas a la vista, registrándolas con el cuidado y prolijidad que pedía la materia, y que podía ser de tanta utilidad para el estudio de esta parte de la historia natural, y después consultando los autores les hubiesen dado el nombre que les correspondía, no hubiera yo pensado en da a Vuestra Excelencia esta noticia. Pero como veo que nos han dejado en la mayor obscuridad, refiriendo tan sucintamente lo que han visto, y lo que más, es equivocado el nombre correspondiente al diseño que presentan, no atreviéndose siquiera a llamarlos determinadamente por uno ni otro sino que dicen: que por no ser peces criados en nuestro Mediterráneo, no los conocen, y llaman unos Puercos Marinos, Órganos otros. A fin de que Vuestra Excelencia pueda sacarlos de duda, en que se hallan, y de que no la tengamos nosotros en la especie y organización de estos cetáceos, pasaré a referir lo que sienten los más sabios Autores en orden a su nombre, figura y demás circunstancias, que les acompañan. Y sin detenerme en mayores dificultades digo resueltamente y espero probar con evidencia que los cetáceos, que se descubrieron en Puerto Tangar se llaman marsopas o sopladores.»